Un primer análisis de los resultados
electorales en España, nos permite adelantar las siguientes conclusiones:
Han sido las elecciones más importantes desde el año
82, porque han marcado el fin del sistema de alternancia entre los herederos
del franquismo y una socialdemocracia cada vez más neoliberal. Han irrumpido un
recambio de la derecha debilitada y un espacio político capaz de disputar por
la izquierda al PSOE.
Los grandes perdedores son PP (que pierde más de 60
diputados), PSOE (sus peores resultados desde el fin de la dictadura,
especialmente graves en los territorios más dinámicos política y socialmente) y
Ciudadanos, el "cambio responsable" promovido por las élites
capitalistas y al que los grandes medios de comunicación a su servicio le
hicieron campaña.
Los grandes triunfadores son las clases populares y
sectores medios empobrecidos, que han conseguido situar en el centro del debate
sus problemáticas y perfilarse como alternativa de gobierno. PODEMOS y las
confluencias político-sociales de las que ha hecho parte han conseguido unos
resultados históricos.
La irrupción de esa última fuerza ha sido
espectacular allá donde es más fuerte la conciencia nacional (Euskal Herria,
Galiza, Països Catalans), poniendo al primer plano la necesidad de reformular
el modelo territorial, reconociendo a España como un Estado plurinacional.
Se confirma la apertura un nuevo ciclo político, en el
que está en cuestión la hegemonía indiscutida del capitalismo financiero y su
predominio sobre la democracia, ya no sólo desde las calles y las instituciones
municipales, sino que ahora también con fuerza desde el Congreso, una nueva
palanca en el proceso de acumulación de fuerzas y politización de masas que
tuvo como hito fundamental el 15 de mayo de 2011 y que hoy ha demostrado que
sigue su curso ascendente.
Será una tarea fundamental para el nuevo periodo
fortalecer ese espacio político, necesariamente multiforme y diverso, tal cual
lo es España. La unidad en la diversidad, que decía Camilo Torres, es clave
para ello.
Ser capaces de formar a quienes se incorporan a la
vida política, fomentar, cuidar y compatibilizar los liderazgos y que estos
sean sanos y no destructivos, así como mejorar las estructuras, dinámicas y
funcionamiento de las organizaciones. Asimismo, es un desafío enorme llegar a
los territorios más atrasados políticamente o donde la red clientelar tejida
por PPSOE durante 40 años es más sólida.
Por Manu García, desde España
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