Una de las motivaciones de la toma de las instalaciones de la
Universidad Andrés Bello, que ya se extiende por 10 días, aparece señalada en el petitorio del
Movimiento Estudiantil como “problemas de infraestructura y reinversión”, basta asomarse al imponente edificio ubicado
en la ciudad jardín para constatar, luego de unas horas de lluvia, los efectos que esta tiene en distintas
dependencias de la sede universitaria.
Acompañado de participantes en la toma, SICNoticias tuvo la
oportunidad de recorrer las instalaciones y comprobar in situ las denuncias de
los estudiantes, filtraciones de agua por doquier en laboratorios y
bibliotecas, hongos en paredes e inundación de estacionamientos, presenta la
sede Viña del Mar, del plantel de educación superior.
Los estudiantes relataron la precariedad general que se observa más
allá de lo imponente del edificio con sus muros y vidrios, las terminaciones –apuntan- son
de lo peor, no sabemos si efectivamente tienen recepción municipal, porque así
como está deberían haberlo rechazado.
A eso se suma la falta de textos en biblioteca y las pocas plantas
fijas de profesores, que además son despedidos arbitrariamente cuando
manifiestan alguna opinión crítica a cómo se gestiona la universidad.
Haciendo el ejercicio de
multiplicar lo que entra a la universidad cada año por matrícula –nos dice otro estudiante- sin
considerar aranceles, por 11 mil estudiantes son más de 5 mil millones de
pesos, nos preguntamos adonde se va ese dineral que se multiplica
geométricamente si agregamos lo que entra por aranceles?.
Si no hay mayor contratación de académicos de planta, ni compra de
textos, ni arreglos de la infraestructura, entre otras materias las dudas en
relación a las denuncias de lucro cobran relevancia, por ello, señalan los
estudiantes en toma “Queremos una auditoría
independiente que nos dé garantías que nadie está lucrando con nuestro derecho
a la educación”
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