Luego de un largo
proceso de congreso fundacional, la Izquierda Libertaria avanza hacia un acto que este sábado
marcará su consolidación como organización política en todo Chile. La
instancia, que se desarrollará el 11 de junio a las 19 horas en Teatro
Novedades, evidencia el crecimiento de una de los colectivos de izquierda que se
fortaleció y creció considerablemente al calor del movimiento estudiantil
de 2006 y 2011.
Hoy,
el trabajo de la organización tiene presencia en diversas regiones del
país y el rol jugado por el Frente de Estudiantes Libertarios (FEL) es
fundamental. Desde ese espacio, que acumula
más de 10 años de trayectoria, se constituyeron como una
alternativa a nivel estudiantil y disputaron la política universitaria,
visibilizando sus líneas de acción y pensamiento.
Hoy
ya cuentan con desarrollo político en las áreas estudiantil, sindical,
territorial y feminista y preparan el camino para las próximas elecciones
municipales. Por ello, aseguran, este acto marca el cierre del proceso de
construcción del proyecto y el inicio del desafío de levantar una alternativa
política que escape al duopolio de la Nueva Mayoría y la Alianza.
“La idea es superar las consigna
y hacer de esto algo concretable, la construcción de una alternativa que sea
considerada por la ciudadanía como algo real y posible“, recalca Felipe
Ramírez, primer secretario de Izquierda Libertaria.
La
opción de la disputa electoral
En el acto
fundacional del próximo sábado, donde se presentará a la nueva directiva
de la organización -elegida recientemente por votación democrática-,
también darán a conocer a los dirigentes sociales de la organización.
Una de ellas, Doris
González, dirigenta del Movimiento de Pobladores Ukamau y
también militante de IL, ya perfila su candidatura a la alcaldía de Estación
Central. Además, en Iquique y Bio Bio ya se estiman candidatos a
concejales apoyados por el colectivo.
Sara Rojas,
encargada nacional del Frente Feminista de la organización, destaca el caso de
la pobladora Doris González: “Ella es una
expresión viva de arraigo territorial, porque sus compañeros la levantan para
que ella pueda representarnos a nivel institucional. Ya no podemos ser una izquierda que critica
todo y trata de
luchar desde abajo sin incidir en nada, porque no tiene la capacidad de formar
parte de esa institucionalidad que también nos sirve”.
El camino electoral
dejó hace tiempo de aparecer como una alternativa satanizada y resistida
al interior de las organizaciones de izquierda. Sin embargo, Izquierda Libertaria aún no ha definido si
avanzará a constituirse como un partido político legal. Esto tendrá que ver, dicen, con cómo
se entienda a futuro la construcción del sector de la izquierda chilena, en
conjunto con otros colectivos.
Así
lo adelanta Felipe Ramírez: “En ese tipo
de desafíos va a ser fundamental la unidad más amplia con algunos criterios: el
rechazo a la corrupción y al financiamiento del empresariado, la centralidad de
la Asamblea Constituyente como un proceso realmente vinculante, donde la
gente pueda participar, y un tercero tiene que ver con el requisito
de construcción de una unidad política más allá de las fuerzas de la Nueva
Mayoría”.
Hasta
ahora, los militantes no han acordado si avanzarán como fuerza electoral o
hacia un proceso que integre a otras organizaciones, pero será definido ad
portas de la próximas elecciones parlamentarias de 2018.
El rol de la
organización y práctica feminista.
Además de reconocer
que “nos tiene muy contentos la evolución
que ha tenido la organización”, como consigna el secretario de Izquierda
Libertaria, hay puntos de convergencia con los procesos que hoy viven otros
colectivos políticos. Por ejemplo, en la construcción de Frente Feminista y la
incorporación de la lucha de género como una demanda central de sus militantes
en el proceso revolucionario.
Sara
Rojas cuenta que las discusiones sobre el discurso feminista al interior de la
organización dieron pie a la creación de “un
frente feminista para poder analizar todos los espacios donde la mujer se
encuentra en posición desigual frente al hombre. Hoy, la izquierda se da cuenta de que la lucha no
es sólo del obrero y del trabajador, sino del conjunto de la
sociedad”.
La
idea, sin embargo, es disputar la visión de “cierto
feminismo que sólo releva la importancia de que la mujer ocupe cargos de poder
en política y que visibiliza sólo a la mujer blanca”. En este sentido, el
Frente Feminista se encarga también de acoger las luchas de la disidencia
sexual, y de las mujeres migrantes, de pueblos originarios y afrodescendientes
que hoy enfrentan las consecuencias del patriarcado en Chile.
“La idea es unir todas las
luchas entendiendo que nos encontramos en desmedro en una sociedad que
homogeneiza y entiende que solo existe un tipo de mujer. Nosotros vamos por
transversalizar el poder a todos estos espacios de marginados, oprimidos y
excluidos históricamente”, recalca Rojas.
Por
otra parte, los militantes de Izquierda Libertaria también marcan diferencias
respecto al presente de otros colectivos “en
crisis”, como es el caso de Izquierda Autónoma y Revolución Democrática.
Esto, aunque aseguran que toda la izquierda vive
hoy un proceso de clarificación política.
“Hoy
enfrentamos el mismo desafío de transformarnos en alternativas políticas
mayores de edad y ese proceso implica tomar definiciones”, sentencia Felipe
Ramírez. En su opinión, IA y RD viven una crisis respecto a la relación con el
gobierno -en el caso del colectivo liderado por Giorgio Jackson- y el desafío
de cómo construir partido hoy, en el caso de Izquierda Autónoma.
“Izquierda
Autónoma nunca lo tuvo claro, independiente de los esfuerzos que hicieron, y
terminaron dividiéndose porque no tuvieron una tesis política definida que
compartiera el conjunto de su militancia. Nosotros tomamos esas
definiciones hace tiempo ya. Por otro lado, si bien RD tiene un camino
más estructurado, con mayores acuerdos internos, lo que tensiona ahí es la
relación con el gobierno. O estás dentro del gobierno apoyando el proyecto de
la Nueva Mayoría y todo lo que implica o definitivamente estás tratando de
construir una alternativa por fuera”, reflexiona el secretario de
Izquierda Libertaria.
En los próximos meses, el peso
de los acuerdos internos se pondrá a prueba y también la capacidad de
ofrecer una alternativa política a los pueblos. La izquierda sigue
organizándose y planeando estrategias de cara al futuro político de Chile.
Vanessa Vargas Rojas
Título: SICNoticias
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