Frente al escenario de elecciones municipales en la comuna de Valparaíso, como Izquierda Libertaria declaramos:
1.- Resulta evidente el estado de
abandono y deterioro progresivo por el que atraviesa Valparaíso producto de
años de gestión municipal corrupta y negligente. La ausencia crónica de
políticas públicas orientadas hacia la comunidad y el territorio reproducen una
comuna que segrega y no reconoce su particular identidad territorial, dando
paso a una ciudad incapaz de otorgar el soporte a los habitantes y los barrios
en cuanto a conectividad, escuelas, consultorios, recreación, empleabilidad,
entre otros. La presente crisis, publicitada por continuas catástrofes, da
cuenta de la ausencia de voluntad política de quienes han gobernado la alcaldía
para construir Valparaíso con una mirada a largo plazo y centralidad en la
dignidad de sus habitantes.
2.- El estado por el que atraviesa
nuestra comuna se sitúa, a la vez, dentro de una aguda crisis de legitimidad
del duopolio político –Chile Vamos y Nueva Mayoría- desatada fundamentalmente
por los casos de corrupción y la incapacidad de responder a las expectativas
sociales de cambio. Es así como asistimos a un desesperado intento de
renovación por parte de la Nueva Mayoría con la candidatura del artista
Leopoldo Méndez, que con un claro tinte populista busca limpiar la imagen de
las mismas fuerzas políticas que han construido el Chile desigual e injusto en
que vivimos. Por otra parte, la continuidad de la derecha solo profundizaría la
actual crisis de la ciudad, manteniendo una gestión deficiente, subsidiaria y
asistencialista que no responde a las necesidades sociales más urgentes y
largamente postergadas de las y los porteños.
3.- Es por lo anterior que las
primarias del duopolio han abierto un escenario para la proyección
institucional de la confluencia Valparaíso Ciudadano, espacio que valoramos
positivamente, pues ha permitido profundizar el necesario dialogo entre las
diversas identidades políticas que se articulan por fuera y a la izquierda de
la Nueva Mayoría. No obstante, para conformar una fuerza política y social
transformadora, los esfuerzos que cimienten una nueva alternativa de gobierno
local deben avanzar en compenetrar en dicho proceso a las fuerzas sociales
vivas del territorio, con protagonismo y nuevas formas de entender la disputa
por el poder, superando el clientelismo y los liderazgos impuestos. Se trata de
crear un movimiento político y social amplio que con legitimidad de origen
construya un programa de gobierno local centrado en la dignidad de las y los
ciudadanos de Valparaíso.
4.- En este marco hemos deliberado en
torno a canalizar nuestro respaldo al proceso de Primarias Ciudadanas. Nuestra
línea de alianzas se encuentra determinada por avanzar en la convergencia
programática y estratégica de la Nueva Izquierda, particularmente con quienes
hemos compartido camino como son el Movimiento Autonomista y el movimiento
Nueva Democracia, recorrido que no ha estado exento de dificultades. Hubiésemos
preferido un proceso previo y dialogado, en que las tres fuerzas pudiéramos
haber definido el candidato común, lo que no ocurrió dado cálculos subjetivos
que dificultan definiciones trascendentales para la articulación de una
alternativa de mayorías. Entendemos que lo ocurrido debe ser motivo de una
evaluación profunda que permita corregir prácticas, pero también creemos que
estas experiencias deben permitirnos crecer y superar conjuntamente formas
añejas de construir política. Dicho cometido requiere de gestos necesarios por
recomponer las confianzas políticas con un sentido de futuro.
5.- Hemos decido tomar la iniciativa
en esta coyuntura, y es por ello que en estas Primarias Ciudadanas respaldamos
a Jorge Sharp como candidato a Alcalde por Valparaíso. Sin embargo, con la
misma convicción y compromiso emplazamos a Movimiento Autonomista y Nueva
Democracia a recoger la propuesta de diálogo que nuestra Dirección Nacional ha
planteado con motivo de construir un instrumento político unitario para
enfrentar de manera articulada los futuros desafíos a nivel social y electoral,
que respete las identidades y permita construir el eje de articulación de las
fuerzas de cambio del país.
Es hora de anteponer el interés de
las mayorías y ser dignos portadores de la voluntad unitaria que la sociedad
chilena demanda. En ello confiamos.
Izquierda
Libertaria
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