Anticapitalistas,
críticos de la corrupción y vinculados a dirigencias sociales. Si liman sus
asperezas, Revolución Democrática, Izquierda Autónoma, Izquierda Libertaria y
un equipo que aúna las fundaciones Crea y Emerge barajan la posibilidad de
confluir en una alternativa política que haga frente a la derecha y la Nueva
Mayoría en futuras elecciones.
Ad portas de un nuevo ciclo de
elecciones –las municipales el 23 de octubre de este año y las presidenciales
en 2017- existen expectativas puestas en las nuevas fuerzas de izquierda
emergentes.
Como antecedente
alentador para quienes esperan un cambio en la política nacional, están los
casos de los diputados Giorgio Jackson, de Revolución Democrática, y Gabriel
Boric, de Izquierda Autónoma, ambos caracterizados por su cercanía a la
ciudadanía -Jackson fue el político mejor evaluado de la última encuesta
Adimark- y sus fuertes críticas al funcionamiento de la política actual.
¿Cuál es el próximo
paso de estas fuerzas? En el desconcierto.cl quisimos
averiguarlo y conversamos con representantes de la IA, RD, Izquierda Libertaria
y una cuarta fuerza que aún se está perfilando que aúna a las fundaciones Crea
y Emerge.
“El 2016 es el año de organización. Vemos con entusiasmo cómo otras
fuerzas se están constituyendo. Eso lo saludamos y estamos en diálogo
permanente con las distintas fuerzas de izquierda para poder, en el terreno de
la lucha, del trabajo político, hacer alguna iniciativa conjunta”, dice
Roberto Sáez, de Crea y Emerge.
En su proceso de organización y
conformación formal, se podría decir que la más aventajada es Revolución Democrática, que ya ha
decidido transformarse en un partido político y está en pleno proceso de juntar
las firmas para lograrlo con eventos y firmatones diarias en distintas partes
del país.
Hacia fin de año
esperan estar presentes en al menos diez regiones de Chile, y en varias de
ellas idealmente antes de que se lleven a cabo las elecciones municipales, para
así alzar una lista propia de candidatos a alcalde y concejales. Algunos de los
precandidatos a la alcaldía, que serán ratificados por el consejo político
durante la semana, son el líder ecologista Ricardo Díaz en Antofagasta, Jaime
Sáez en Puerto Montt y Juan Pablo Arraiza en Santa Cruz.
En las zonas donde
no alcancen a constituirse como partido, barajan la opción de crear alianzas
electorales con otros partidos políticos en las candidaturas de concejales
siempre y cuando haya “afinidad
programática, voluntad de cambio, participación ciudadana y compromiso con la
transparencia fiscalización”, asegura Sebastián Depolo, Coordinador
nacional de RD.
Si esos requisitos
se cumplen, incluso estarían dispuestos a pactar con colectividades que
actualmente forman parte de la Nueva Mayoría, como el Partido Comunista, la
Izquierda Ciudadana, y el MAS. “Pero la
mayoría de las veces estoy pensando en fuerzas que están fuera de la Nueva
Mayoría. El proyecto político de la NM no tiene un futuro transformador. Las
señales que uno ve en la candidatura de Ignacio Walker o la pretensión de que
Lagos vuelva a ser presidente no te hablan de un futuro con transformaciones,
sino de un retroceso de los avances que, aunque tímidos, se han logrado con
este gobierno”, afirma Depolo.
Es por esa razón
que las tres fuerzas restantes se niegan tajantemente a cualquier tipo de pacto
o trabajo conjunto con la Nueva Mayoría.
Jorge Sharp,
miembro de la Dirección Ejecutiva de Izquierda Autónoma, afirma que,
aunque su colectivo no va a estar constituido como partido –una opción que no
han abrazado ni rechazado- para las elecciones municipales, no harían una
alianza política con un partido que forme parte de la actual coalición de
gobierno.
“Lo importante respecto a las alianzas políticas son
dos cosas: construir una fuerza política social para impulsar reformas
radicalmente democráticas que supongan una verdadera salida al neoliberalismo y
además perfilar una nueva fuerza que supere a la Nueva Mayoría y a la derecha.
En la medida en que tengamos acuerdo en esos dos puntos, cualquier alianza es
perfectamente posible”,
explica Sharp.
Con esa idea,
levantarán candidaturas independientes a alcalde en la Región de Magallanes -de
donde es oriundo Gabriel Boric- y candidaturas a concejales, caso en el que
barajan aliarse a otras colectividades. También está la idea de levantar un
candidato en Valparaíso, decisión que se tomará en los próximos días.
En paralelo, los
autonomistas acaban de finalizar un proceso de discusión interna que se llevó a
cabo durante el año pasado con el objetivo de “avanzar hacia la constitución de un movimiento político junto a otros
actores políticos y sociales más amplio”. El proceso concluyó recientemente
con la elección de la primera dirección ejecutiva de la Izquierda Autónoma
compuesta por nueve personas, entre ellas el mismo Sharp, el ex presidente de
la FECH Andrés Fielbaum y la ex presidenta de la Federación de la Universidad
Central y ex candidata a diputada Daniela López.
Una tercera fuerza
es la Izquierda
Libertaria,
que está finalizando su congreso fundacional que culminará en un lanzamiento de
la colectividad en junio de este año, en el cual presentarán sus
lineamientos y directiva.
Los libertarios
también rechazan todo tipo de vínculo con la Nueva Mayoría. Francisco Saiz,
encargado político metropolitano de la colectividad, explica que existen
factores clave a la hora de decidir con qué organización aliarse. “Tiene que estar con una mirada clara a la
superación del neoliberalismo. Cualquier cosa que quiera transformarlo de
dentro, como el PC, queda fuera. Debe tener independencia de la Nueva Mayoría y
de la derecha y estar fuera de casos de corrupción”, resume, haciendo
alusión a que el PRO también queda descartado.
“Esperamos
que del proceso de cada organización haya una resolución explicita y clara de
la necesidad de construir un frente amplio político. Si eso no sale, nos va
poniendo trabas para superar el modelo”, dice el libertario Francisco
Sainz.
Con esa limitación -que deja
disponible solamente una alianza con el Partido Humanista, el Partido Igualdad
y organizaciones sociales no partidistas- están apoyando fuertemente la
candidatura a alcaldesa en Estación Central de la dirigenta social del
movimiento Ukamau, Doris González.
“Además de Doris, estamos evaluando apoyar otras
posibles candidaturas y estamos abiertos a todas las que tengan ese perfil:
dirigentes sociales elegidos por sus vecinos y organizaciones con un programa
de ruptura”,
dice Sainz.
Finalmente, como
una cuarta fuerza emergente de izquierda, existe un equipo político conformado
por miembros de la fundación Crea –vinculada a la
Unión Nacional Estudiantil (UNE) y dirigida por Carla Amtmann – y fundación Emerge–fundada por el
dirigente social y ex comunista Cristián Cuevas-, a lo que se suman personas
que no pertenecen a ninguna de las dos organizaciones y también miembros de
otras organizaciones, como Jorge Peña, presidente del Sindicato de
trabajadores Contratistas de la Gran Minería (Siteco).
“Somos un equipo que está buscando posibilidades
para construir un camino. A fines de abril vamos a tener definiciones más
concretas respecto a nuestro propio proceso”, como por ejemplo si van a
constituirse como un partido político nuevo, explica Roberto Sáez, uno de los
integrantes de la colectividad que aún no tiene nombre.
“El 2016 es el año de organización para nosotros y
también vemos con entusiasmo cómo otras fuerzas se están constituyendo: está la
composición orgánica de la fuerza autonomista; el congreso de Izquierda
Libertaria, que va a ser un gran avance y RD ya está terminando sus esfuerzos
para constituirse como partido político. Todo eso es un avance para el
conjunto de la izquierda. Eso lo saludamos y estamos en diálogo permanente con
las distintas fuerzas de izquierda para poder, en el terreno de la lucha, del
trabajo político, hacer alguna iniciativa conjunta”, concluye Sáez.
El “pero” de RD
De izquierda, anti
neoliberales, aliados a las dirigencias sociales, democráticos, transparentes y
con la idea fija de configurarse en una alternativa a la derecha y a la Nueva
Mayoría. Todos esos valores fueron nombrados tanto por RD, Izquierda Autónoma, Izquierda
Libertaria y el equipo político de Crea con Emerge.
Además, ya han
existido alianzas políticas, sobre todo en el terreno de política
universitaria, entre estas organizaciones. Es el caso del ex bloque conductor
conformado por autonomistas, libertarios y la UNE que estuvo a la cabeza de
varias federaciones estudiantiles. Lo mismo con Crecer, colectividad de
izquierda que está a la cabeza de la Federación de estudiantes de la
Universidad Católica que cuenta con miembros de la UNE y de la Izquierda Libertaria.
Las similitudes y
los antecedentes permiten concluir que eventualmente las cuatro colectividades
pueden confluir en una fuerza política nacional que haga frente a los
candidatos de la derecha y la NM en próximas alecciones. Pero, ¿qué esperan?
“Compañeros
de RD plantean la necesidad de realizar reformas democráticas y antiliberales,
pero forman parte de un ministerio que no ha dado el ancho. Hay definiciones
que van a tener que adoptar, más allá del ministerio, la disposición que existe
de construir esta fuerza distinta. Eso supone independencia”, señala Jorge
Sharp, de Izquierda Autónoma.
Un primer punto a considerar es
que las definiciones internas de cada grupo aún no están del todo concluidas,
razón por la cual esta especie de tercera fuerza, de llegar a existir, no lo
hará antes de las elecciones municipales. Quizás llegue a conformarse para las
presidenciales de 2017.
Eso, si se destraba
al menos uno de los roces que existen entre ellas. Se trata de la cuestionada
presencia de militantes de Revolución Democrática en puestos de gobierno, como
por ejemplo Miguel Crispi como asesor en el ministerio de Educación y Gonzalo
Muñoz como jefe de la División de educación general en la misma cartera.
“Se necesitaba un impulso que
trajera las demandas del movimiento social y las introdujera en la disputa
legal. Unas cosas se han ganado otras cosas no, pero la izquierda sin una
política de incidencia termina siendo un testimonio”, se defiende Sebastián Depolo,
de RD.
“Es un elemento que
efectivamente hay que aclarar. Escucho a compañeros de RD que plantean la
necesidad de realizar reformas democráticas y antiliberales, pero ellos forman
parte, en definitiva, de un ministerio que no ha dado el ancho. Ellos mismos lo
han terminado por reconocer. Hay definiciones que van a tener que adoptar, más
allá del ministerio, sino la disposición que existe de construir esta fuerza
distinta, nueva. Y eso supone independencia”, señala Jorge Sharp, de Izquierda
Autónoma.
La misma idea tiene
Francisco Sainz, de la Izquierda Libertaria: “RD tiene que tomar una decisión:
sigue en la órbita de la Nueva Mayoría o decide estar con la organización
social”.
Roberto Sáez, de
Emerge y Crea, afirma que ellos no accederían a trabajar con la Nueva Mayoría,
pero que prefiere no opinar de otras fuerzas de izquierda. “Dialogamos con RD y
saludamos todos los esfuerzos que hacen en la disputa antineoliberal en
distintos planos”.
RD se defiende.
Depolo afirma que es un error político considerar que su colectividad está
dentro de la Nueva Mayoría: “No somos parte de la Nueva Mayoría y no
vamos a ser parte. Lo que estamos haciendo es contribuir a una agenda de
transformación: se necesitaba un impulso que trajera las demandas del movimiento
social y las introdujera en la disputa legal. Unas cosas se han ganado otras
cosas no, pero la izquierda sin una política de incidencia termina siendo un
testimonio”.
“Creer que porque
estamos participando somos de la Nueva Mayoría es de una simpleza que no está a
la altura del desafío que tenemos, que es constituirnos en una fuerza
transformadora que empuje y profundice los cambios y ofrezca una alternativa
real de conducción”, añade el Coordinador nacional de RD.
En eso todos
coinciden: les preocupa que la izquierda se disperse porque, sin unidad, no hay
ninguna posibilidad de llevar a cabo un proyecto alternativo al actual. “Esperamos que del proceso de cada
organización haya una resolución explicita y clara de la necesidad de construir
un frente amplio político. Si eso no sale, nos va poniendo trabas para superar
el modelo”, concluye el libertario Francisco Sainz.
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