El vídeo de Luksic muestra la
importancia de la disputa por el discurso, una disputa que se juega
fundamentalmente en los medios de comunicación.
Luksic no compró Canal 13 sólo por la
rentabilidad económica. Y si hoy sale a dar la cara así no es porque sea un
viejo que no cache nada de los nuevos formatos, es porque sus asesores le han
aconsejado que lo haga, también le han marcado lo que debía decir y el formato.
La puesta en escena se ha medido en detalle.
Con la victimización y el intento de
lograr la empatía del espectador como marco, su discurso ha pivotado sobre dos
ejes centrales:
- Uno económico: la legitimidad de la
actividad empresarial en abstracto (como si esa actividad fuera igual para el
vendedor de sopaipillas que para el monopolista que controla sectores enteros
de la economía y además de carácter estratégico).
- El otro, político: el respeto a los
marcos institucionales actuales y Chile como tarea de todos los chilenos sin
excepciones.
En relación a esos dos ejes, no sólo
justificación y defensa, sino también una doble amenaza velada:
- En lo económico: los empresarios
(como decía, incluyendo en su misma categoría a millones de chilenos) pueden
decidir dónde invertir y si no ven reglas adecuadas pueden llevarse su dinero a
otra parte.
- En lo político: si el ambiente de
negocios se deteriora, la convivencia también puede hacerlo.
De cara a la respuesta desde el campo
popular:
En el plano discursivo, nos
corresponde instalar en la opinión pública un relato diferente al de Luksic
sobre lo que representan los monopolios y sobre las dificultades para la
convivencia que supone el marco institucional actual (y por tanto, la necesidad
de superarlo para que, efectivamente, Chile sea tarea de todos).
En el plano económico y político,
sería oportuno plantear en el debate constituyente abierto en el país, que:
- La función social de la economía
debe aparecer en el articulado constitucional como superior al derecho a la
propiedad. Si una actividad económica es estratégica para la nación, nociva o
se encuentra monopolizada debe poder ser expropiable o revisada su propiedad.
También deben establecerse mecanismos para evitar la fuga de capitales.
- Hay que obstaculizar los vínculos
entre política y negocios, apuntando no sólo al financiamiento de los partidos
y de las campañas, también a las "puertas giratorias".
- Se debe avanzar hacia una
democratización y transparentación efectiva de todas las instituciones del
Estado. En especial, es preciso hacer reformas en las FFAA para asegurarse su
lealtad a la soberanía popular y en paralelo desarrollar un trabajo político
serio para ganar adhesión a los planteamientos soberanistas de al menos una
franja significativa de ellas.
Modificar a nuestro favor en todos
esos planos la correlación de fuerzas actualmente existente entre oligarquía y
pueblo y cristalizar ese cambio en una Nueva Constitución: ésa es la manera de
socavar efectivamente el poder de Luksic y del resto de dueños del país, y a
eso debe ir enfocado nuestro trabajo político en el periodo.
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